ESCI-UPF

Lucía Hernández, becaria ICEX en la Ofecome de Marruecos

“No hay mal destino, lo importante es disfrutar del camino”

ICEX Ofecome Marruecos
La alumni del GNMI Lucía Hernández, en el centro de la foto, junto con sus compañeros de la Ofecome de Marruecos. / Foto: Lucía Hernández

Lucía Hernández, alumni del GNMI de la promoción 2020, explica cómo fue su experiencia en la Ofecome de Marruecos después de su paso por el programa de becas de ICEX-CECO. El plazo para presentarse a la convocatoria de este año termina el próximo 30 de marzo.

Es curioso como, durante la beca de ICEX-CECO, la gente vive preocupada por si el ranking le va a dar para su destino soñado o no, en vez de disfrutar del camino. Y es que, aunque durante el año de máster nos lo dijeran repetidas veces, hasta que no lo vives no te das cuenta de que no hay mal destino, sino mala actitud.

Yo no tenía ninguna preferencia en especial, quería irme a África para descubrir nuevas culturas y lugares. El intercambio en tercero de carrera con ESCI-UPF lo hice en Montreal, Canadá, y tenía claro que después de haber vivido allí, quería una experiencia totalmente diferente. Marruecos es un país fascinante, resulta sorprendente cómo a pesar de estar a sólo 14km de España presenta una cultura tan distinta.

En la Ofecome éramos 9 becarios. Teníamos muy buen ambiente y también mucha carga de trabajo. Yo, además, era la becaria TIC, por lo que estaba a cargo de toda la parte informática y de infraestructura de la oficina.

La mayor parte de la actividad era organizar agendas de reuniones de negocios, identificaciones de socios comerciales, preparación de eventos, etc. por lo que era realmente necesario ser extrovertido y que no te diera miedo levantar el teléfono y ponerte a llamar a todas las empresas de la base de datos. Cuando llegué mi nivel de francés era bastante bajo, y en un país y una sociedad como la marroquí, o espabilas o te cuelgan el teléfono en la primera palabra. Así que tocaba eso, aprender en tiempo récord para poder sacar el trabajo.

Es importante entender la cultura del lugar a donde vas, sus tradiciones y su forma de trabajar. Por ejemplo, Ramadán o la Fiesta del Cordero (Eid al-Adha) son periodos de baja actividad en los que no se deben organizar eventos o reuniones. También te das cuenta que apenas responden a los correos electrónicos, mientras que el WhatsApp Business funciona como la seda. Son curiosidades que, si no las vives, no te das cuenta de su importancia.

Lo que más agradezco de esta experiencia es sin duda el haberme abierto la mente y las amistades que me ha dado. Probar comida diferente, charlar con los taxistas o con desconocidos con historias apasionantes, aprender de la gente de mi alrededor. Parar por un momento, sentarte a tomar un té y ver la vida pasar. Es algo que aquí no pasa, aquí todo el mundo va con prisa, aquí la gente no se saluda por la calle. Te plantea valorar la humanidad que tienen allí y que no encuentras a este lado del estrecho.

Y también, otra de las cosas más bonitas de la beca del ICEX ha sido el tener amigos repartidos por todo el mundo. Al final las redes sociales eran un noticiero de todos los usos horarios del globo terrestre, que te mostraban lo diferente que eran las experiencias de cada becario.

Ahora toca empezar una nueva etapa en A Coruña, en el departamento de Logística, Importación y Exportación de Inditex. La verdad es que no tengo perspectivas de futuro claras, lo único que quiero es aprender y poder ser parte del cambio desde dentro del gigante textil, hacia una sociedad más humana y sostenible. Y disfrutar del camino. 

Si te apasiona el mundo de los negocios y la internacionalización, no pierdas la oportunidad aplicar a las becas ICEX. Esta beca es el camino perfecto para expandir tus horizontes, tanto a nivel personal como profesional, y te garantiza una experiencia que recordarás para siempre.

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