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June Almeida, descubridora del coronavirus

June Almeida
June Almeida ante un microscopio electrónico en 1963. / Foto: Lider empresarial

Esta técnica de laboratorio escocesa, hija de un conductor de autobús, revolucionó la ciencia con un método que permitió aislar los virus, identificarlos y visualizarlos. Fue la primera en ver un coronavirus y el virus de la rubéola. Su habilidad con el microscopio electrónico le valió el reconocimiento del mundo científico sin tener estudios.

La palabra coronavirus está más de actualidad que nunca desde que a finales del año 2019 arrancó la pandemia de COVID-19 que aún hoy limita nuestros movimientos. Y aunque la vida sin mascarillas nos parece muy lejana, hasta hace bien poco los coronavirus eran algo que solo conocían los profesionales de la salud.

La primera persona en ver un coronavirus fue June Almeida (1930-2007), una técnica de laboratorio escocesa que fue pionera en la identificación, diagnóstico y obtención de imágenes de virus.

June Almeida nació en Glasgow, en el seno de una familia humilde. Aunque destacó en la escuela, tuvo que dejar los estudios a los 16 años porque su familia no se lo podía permitir. Su padre era conductor de autobús y necesitaban que ella trabajara y aportara ingresos a la economía familiar.

Empezó como técnica de laboratorio en la Glasgow Royal Infirmary. Fue destinada al departamento de histopatología, campo de la medicina que estudia las causas, evolución y consecuencias de las enfermedades. Fue en este laboratorio donde empezó a usar microscopios electrónicos y aprendió a distinguir agentes patógenos en las muestras de tejido que analizaba.

Debido a su gran valía, se trasladó al Hospital Saint Bartholomew de Londres. Allí conoció a un artista venezolano con el que se casó, tuvo una hija y se mudaron a Canadá donde trabajó en el Ontario Institute Cancer Research como técnica de microscopio electrónico.

En Canadá desarrolló nuevas técnicas de microscopía y publicó artículos científicos sobre estructuras víricas que le valieron el reconocimiento del mundo académico, a pesar de no tener estudios.

Antes de la revolucionaria técnica de June Almeida, era muy difícil identificar virus mediante un microscopio. Los organismos son tan pequeños que costaba mucho distinguir si se trataba o no de un virus. La técnica que desarrolló consistía en emplear anticuerpos marcados que se unían a las partículas virales. Los anticuerpos se “pegaban” a los virus de manera que su localización, identificación y visualización era más sencilla.

Su fama se propagó y le ofrecieron volver a Londres para trabajar con el Dr. David Tyrrell en el Hospital Saint Thomas. El equipo de este doctor había identificado un virus parecido al de la gripe que llamaron B814, pero no eran capaces de aislarlo y por lo tanto, sin verlo, no lo podían cultivar en el laboratorio. Gracias a la destreza de Almeida con el microscopio electrónico, consiguió imágenes claras de este virus que ella describió como “rodeado por un halo, como una corona solar” y al que por este motivo llamaron coronavirus.

Tras su gran descubrimiento y gracias a sus múltiples contribuciones a la ciencia reconocidas en multitud de artículos científicos (también fue la primera persona en ver y fotografiar el virus de la rubéola), obtuvo el doctorado y se fue a trabajar al Instituto Británico Wellcome donde firmó varias patentes en el campo de las imágenes de virus.

En 1979 publicó Manual for rapid laboratory viral diagnosis para la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, aunque se retiró de la virología en 1985, nunca se fue del todo, ya que en los años 80 ayudó a obtener imágenes en alta calidad del VIH.

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