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Crisis climática

Olas de calor, cada vez más frecuentes

Según la OMM, este tipo de episodios de calor son coherentes con los escenarios climáticos

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Foto: Shutterstock

En junio, una ola de calor batió récords de temperatura en Europa, con una media mensual 2 °C por encima de lo normal, convirtiéndolo en el más caluroso según los registros. Mientras, las masas de aire que sobrevuelan España en verano son 1,3 ºC más cálidas que en los 80.

Cuando se habla de los efectos del cambio climático, es frecuente ver imágenes del deshielo de los casquetes polares, siendo los osos polares un símbolo de emergencia climática. Pero, ¿cómo afecta el cambio climático a otras regiones del mundo? Sí, los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo. Mientras, en algunas regiones, los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos como las inundaciones, las olas de frío y olas de calor o los períodos de sequía, son cada vez más frecuentes, prolongados e intensos.

Estos fenómenos extremos de origen meteorológico y climático, son sucesos muy por encima o muy por debajo de la media. Por sus características extraordinarias, tal como destaca el IPCC, tienen un gran impacto social y afectan en mayor medida a los sectores más vinculados con el clima, como el agua, la agricultura y la seguridad alimentaria, la silvicultura, la salud y el turismo.

Ola de calor en España

En España, debido a su localización geográfica, estos efectos del cambio climático serán más severos. Tal como señala la Comisión Europea, el sur y el centro de Europa sufren cada vez más incendios forestales, sequías y olas de calor: una situación meteorológica producida por una masa de aire caliente formada en una situación de estabilidad atmosférica o como consecuencia de la llegada de viento del sur con aire del desierto.

En España, debido a su localización geográfica, los efectos del cambio climático serán más severos.

Entre los días 27 y 30 de junio, se registraron en muchas zonas de España temperaturas de más de 40 °C. Como resultado, como apunta la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en el noreste del país, el riesgo de incendios todavía es muy alto, e incluso extremo. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) publicó al respecto un “Análisis de la ola de calor de junio de 2019 en un contexto de crisis climática”, examinando las características térmicas de las masas de aire que durante los últimos cuarenta años han sobrevolado España en verano (en el nivel de 850 hPa, a 1500 metros de altitud).

“La masa de aire que sobrevoló el centro, norte y nordeste de la Península y amplias zonas de Europa occidental la última semana de junio de 2019, es la más cálida de todas las que se han registrado en un mes de junio desde al menos 1979”, señala el análisis. En algunas de estas zonas, “la masa de aire fue la más cálida de toda la serie histórica, incluyendo los meses de julio y agosto”, añade.

Según el análisis de la AEMET, “la frecuencia de tránsito de masas de aire cálido en junio que dan lugar a temperaturas anormalmente altas en las zonas afectadas por la ola de calor de junio de 2019, es casi diez veces superior en las dos primeras décadas del siglo XXI que en las dos últimas del siglo XX, pasando de una vez cada 30,7 años, a una vez cada 3,7 años”.  Con respecto a la frecuencia de tránsito de masas de aire extremadamente cálido en junio que dan lugar a efemérides meteorológicas y olas de calor en las zonas afectadas por la de junio de 2019, el análisis concluye que es más de 10 veces superior, pasando de un periodo de retorno estimado superior a 100  años, a un periodo de retorno de 10 años. Y añade: “la diferencia de temperatura media de las masas de aire que en verano sobrevuelan el territorio de la Península, Baleares y Ciudades Autónomas entre la década de los diez del siglo XXI y la década de los ochenta del siglo XX, es de 1,3 ºC y en Canarias de casi 1,1 ºC”.

“Nuestra generación está avanzando por un planeta más cálido que el de nuestros antepasados”, advierte la AEMET.

“Todas las conclusiones de este análisis son coherentes con las previsiones contenidas en los escenarios de cambio climático que se vienen realizando desde hace décadas”, destaca la AEMET. Y apunta: “nuestra generación está avanzando por un planeta más cálido que el de nuestros antepasados”.

Estas altas temperaturas representan una gran amenaza para la salud humana, la agricultura y el medioambiente. Por ello, la OMM y la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabajan conjuntamente para hacer frente a los riesgos para la salud que plantean los fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor y la contaminación atmosférica, prestando especial atención a las zonas urbanas.

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