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Cambio climático

El calentamiento global podría costar 80 millones de empleos

La OIT publica un informe sobre el impacto del estrés térmico en la productividad laboral.

el estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente
Foto: Vendimia de la uva garnacha en Munebrega (Zaragoza, España) en octubre de 2014. Shutterstock

El aumento del calor debido al cambio climático podría llevar a la pérdida de 80 millones de empleos para 2030, según alerta la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un nuevo informe: “Trabajar en un planeta más caliente: El impacto del estrés térmico en la productividad laboral y el trabajo decente”.

“Para muchos de nosotros, una exclamación como ‘¡Hace demasiado calor para trabajar hoy!’ es una forma de dar rienda suelta a nuestra molestia por los inconvenientes ocasionales de los meses más calurosos del año, pero para millones de trabajadores en todo el mundo es un signo de angustia”, señala la OIT. Según la organización, el estrés térmico es una de las principales consecuencias del calentamiento global y guarda relación con el aumento de calor que puede soportar el cuerpo humano sin padecer degradación fisiológica.

“El estrés térmico afecta, sobre todo, a los trabajadores al aire libre, como los que se dedican a la agricultura y a las obras de construcción. Es un problema grave para una gran proporción de los mil millones de trabajadores agrícolas del mundo y 66 millones de trabajadores textiles, y para los trabajadores empleados, entre otros, en la recolección de residuos, trabajos de reparación de emergencia, transporte, turismo y deportes”, según advierte el informe.

Para 2030, se estima que cada año se perderá el equivalente a más del 2 % del total de horas de trabajo en todo el mundo, como se indica en el informe, ya sea porque hace demasiado calor para trabajar o porque los trabajadores tienen que trabajar a un ritmo más lento. En Asia meridional y África occidental, la pérdida de productividad resultante puede llegar incluso al 5 %.

Además, para muchas economías, el estrés térmico es una amenaza para su productividad: “se espera que la pérdida financiera acumulada debido al estrés por calor alcance los 2.400 millones de dólares para 2030”, como señala el informe. Pero, “si no se hace nada ahora para mitigar el cambio climático, estos costos serán mucho más elevados a medida que las temperaturas globales aumenten aún más hacia el final del siglo”, destaca.

En España, por ejemplo, durante el período de 20 años comprendido entre 1994 y 2013, se estimó que el 2,7 % de todas las lesiones laborales podrían atribuirse a temperaturas ambiente no óptimas, entre las cuales las temperaturas extremas altas desempeñaron un papel significativo; según un estudio que evaluó la relación entre la temperatura ambiente y las lesiones laborales. Esta tasa es equivalente a una pérdida anual de 42 días laborales por cada 1.000 trabajadores, un 0.03 % del PIB de España en 2015.

En este contexto, tenemos la obligación de ayudar a encontrar una solución y contribuir al diálogo social para mejorar las condiciones de trabajo en un planeta más caliente. El informe insta a acelerar la transformación estructural de las economías rurales. Además, el desarrollo de habilidades, la promoción de un entorno propicio para empresas sostenibles, la inversión pública en infraestructura y una mejor integración de los países en desarrollo en el comercio mundial son otras medidas políticas importantes que pueden ayudar a abordar esta situación.

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