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Yasser Arafat, un líder controvertido

Yasser Arafat
Yasser Arafat en 2003. / Foto: Council on Foreign Relations (REUTERS/Goran Tomasevic GOT/jm)

Figura alabada y criticada a partes iguales, Yasser Arafat puso la cuestión palestina en la agenda internacional. Consiguió el reconocimiento, así como iniciar el proceso de paz con Israel, pero no logró su sueño de recuperar la tierra de Palestina y su muerte, además, sigue envuelta en dudas de conspiración.

Mucho se ha escrito sobre Yasser Arafat (1929-2004) y a veces resulta difícil distinguir la verdad del mito. Fue un dirigente político, pero también guerrillero y terrorista, negociador, huésped incómodo. Fue uno de los fundadores de Al Fatah, presidente de la OLP, Premio Nobel de la Paz y líder del movimiento palestino.

Antecedentes históricos

Israel es, aún hoy, la Tierra Prometida del pueblo judío y el hogar de los árabes palestinos.

Fue a finales del siglo XIX cuando empezaron a llegar los primeros inmigrantes judíos y se produjo el llamamiento a la constitución de un estado hebreo. A principios del siglo XX, Palestina era un protectorado británico y fue durante la Primera Guerra Mundial que esta administración hizo la Declaración Balfour (1917) con la que invitó al pueblo judío a establecer un “hogar nacional” en la región.

Esto provocó tensiones y el primer enfrentamiento armado que llegó en 1936 con la Gran Revuelta Árabe de Palestina en la que los palestinos contaron con el apoyo de la Alemania nazi y la Italia fascista. Este conflicto acabó con la primera derrota palestina, política y militar, ya que, terminada la Segunda Guerra Mundial, en 1947, la Asamblea General de Naciones Unidas puso fin al mandato británico de la región y dividió Palestina en dos zonas, la árabe y la hebrea.

Infancia de Arafat

Yasser Arafat fue el quinto de siete hermanos. Los mayores nacieron en Jerusalén, pero él y los pequeños nacieron en El Cairo donde la familia se trasladó por el trabajo del padre, un comerciante textil.

Eran una familia palestina acomodada, musulmanes suníes. La madre murió cuando él tenía cuatro años y su padre, superado por la situación, mandó a los más pequeños con la familia materna a Jerusalén. Tras pasar cuatro años allí, volvieron con el padre a Egipto.

Estudió Ingeniería Civil en la universidad, aunque dejó temporalmente los estudios para participar en la guerra árabe-israelí que tuvo lugar en 1948, justo después de la declaración de independencia de Israel por Ben Gurion. La guerra, que fue un desastre para los palestinos, Arafat la vivió junto a los Hermanos Musulmanes. Después de esto, volvió a la universidad y acabó sus estudios.

Esta guerra supuso el fin de Palestina, además de finalizar el protectorado británico. También significó matanzas y destierro de millones de palestinos hacia los países vecinos y zonas bajo el control árabe. Esta guerra fue el punto de no retorno que marcó el inicio de la lucha por recuperar los territorios ocupados.

El inicio de Al Fatah

Después de la guerra de 1948, se consolidó el estado de Israel alineado con EE.UU. y el Egipto de Nasser, con la República Árabe Unida y Siria quedaron alineados con el bloque socialista de la Guerra Fría. Es en esta época que el joven Arafat se unió a los nacionalistas musulmanes y tejió su relación con Nasser contra los británicos que querían controlar el Canal de Suez.

Después de la guerra del Sinaí (1956), que también acabó con victoria hebrea, el movimiento que apoyaba el panarabismo y el socialismo dio inicio al Movimiento de Liberación Nacional de Palestina y a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). La segunda se articuló como una fuerza política y armada con un discurso basado en la historia, el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas.

No se conoce la fecha exacta de la fundación de Al Fatah, pero en 1959 se mencionó en una revista nacionalista palestina. Esta organización promulgaba la liberación de Palestina mediante la lucha armada de los propios palestinos. Esto difería de otras organizaciones que apostaban por una lucha árabe unida y que se acercaban a los gobiernos de otros países hasta convertirse en sus satélites. Estos primeros años fueron decisivos para que Al Fatah creciera y Arafat empezara a tejer alianzas.

En 1967 se produjo la Guerra de los 6 Días. La contienda terminó con victoria israelí y la consiguiente ocupación de la franja de Gaza, Cisjordania, los Altos del Golán, el Sinaí y Jerusalén este. Esta derrota fue una gran humillación para los estados árabes, pero también un revulsivo que hizo que muchos palestinos se unieran a Al Fatah.

Arafat mapa Palestina

Foto: El Orden Mundial

Terrorista para unos, héroe para otros

En 1968, la sede de Al Fatah había sido acogida por Jordania, en la aldea de Karamé, donde había además un campo de refugiados palestinos. Israel atacó este enclave con el objetivo de acabar con Arafat. Hubo muchas muertes de civiles, pero Arafat consiguió salir vivo.

Después de este episodio, Arafat se convirtió en un héroe y pasó a liderar la causa palestina, ocupando la presidencia de la OLP con el objetivo de eliminar el sionismo, destruir el estado de Israel y liberar Palestina. Nasser reconoció a Arafat como líder de los palestinos y así consiguió la atención de todo el mundo.

No habían ganado ninguna guerra contra Israel, pero por su forma de luchar, los palestinos consiguieron el respeto de muchos países. Empezaron a hacerse fuertes en Jordania y muchos guerrilleros palestinos aterrorizaban a los jordanos, provocaron disturbios, hubo muchos ataques y Arafat nunca lo condenó, por lo que su liderazgo fue cuestionado y tras el llamado “Septiembre negro”, fueron expulsados de Jordania.

Se trasladaron al Líbano. En estos años se llevaron a cabo acciones muy criticadas como el secuestro y asesinato de atletas en las olimpíadas de Munich.

En 1974, Yasser Arafat pronunció un discurso en la sede de Naciones Unidas en New York. Esto supuso el reconocimiento del estado palestino y de Arafat como jefe de estado.

Arafat Discurso ONU

Yasser Arafat durante su intervención en la Asemblea General de la ONU en 1974. / Foto: The New Arab

Israel atacó Beirut para acabar con la OLP. La presencia de palestinos en el Líbano causó mucha inestabilidad en el país, pero el ataque fue el punto definitivo: el país se rindió y los refugiados palestinos y la OLP huyeron a Túnez.

Arafat hizo viajes por todo el mundo para conseguir apoyo internacional, a la vez que se realizaron las primeras reuniones secretas con Israel para sentar las bases del proceso de paz. Ninguno de los bandos estaba de acuerdo con este acercamiento y se produjeron hechos como el asesinato de un judío estadounidense en el crucero Achille Lauro o diversos bombardeos por parte de Israel.

En 1987 se produjo la primera Intifada. No era un movimiento que hubiera empezado Arafat, pero le sacó provecho. Las imágenes de jóvenes lanzando piedras a soldados israelíes que no dudaron en atacarlos dio la vuelta al mundo y recibió críticas de la opinión pública internacional. Esto hizo que Arafat recibiera más dinero y apoyos para la causa palestina.

Primeros pasos para la paz

Desde Túnez, Arafat empezó el acercamiento para reconocer a Israel. Pero para no perder a los suyos, durante una reunión del parlamento en el exilio, proclamó el estado palestino. Y en 1988, en una asamblea general de Naciones Unidas en Ginebra, hizo públicas sus propuestas: dos estados, Palestina e Israel, y el fin del terrorismo.

Este fue el principio del juego diplomático. EE.UU. dijo que reconocería la OLP y se sentaría a dialogar si el pueblo palestino dejaba el terrorismo y reconocía las fronteras del estado de Israel. Arafat hizo una renuncia pública al terrorismo que le valió la aceptación de la comunidad internacional, pero Israel no confió en este paso y sus propios seguidores lo cuestionaron.

La Guerra del Golfo (1990) puso en jaque los avances de la diplomacia. Arafat se puso del lado de Sadam Husein (y por lo tanto contra Kuwait, EE.UU. e Israel) porque era lo que pedía el pueblo palestino y cuando Irak perdió la guerra, Arafat quedó en el lado equivocado y fue repudiado por los israelíes y los países árabes ricos.

EE.UU. quería acabar con el conflicto árabe-israelí y el israelí-palestino, así que en 1991 se produjo la conferencia de paz de Madrid. Sin embargo los israelíes excluyeron a la OLP. Arafat se quedó sin apoyos y sin dinero.

Cuando en 1992 Isaac Rabin, de perfil moderado, se convirtió en Primer Ministro de Israel, tendió la mano a la OLP para negociar la paz. En los Acuerdos de Oslo (1993) se reconoció a los dos estados, se estipuló el fin del terrorismo y la cesión de tierras de Israel a Palestina en un período de 5 años. Los esfuerzos de Rabin y Arafat fueron reconocidos con el Premio Nobel de la Paz de 1994.

Arafat Rabin Clinton

Rabin y Arafat se estrechan las manos en 1993 después de firmar los acuerdos de Paz junto con el presidente Clinton. / Foto: Shutterstock (Mark Reinstein)

En virtud de estos acuerdos, se creó la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que presidía Arafat. Era una organización administrativa autónoma que debía gobernar de forma transitoria (desde 1994 y durante 5 años) la franja de Gaza y parte de Cisjordania (territorios devueltos).

En las calles no gustaron estos acuerdos y, aunque muchos palestinos aún pensaban que Arafat era su líder, aparecieron grupos como el movimiento terrorista islámico Hamas (no controlado por Arafat) que querían ver Israel y Palestina bajo dominio musulmán. A su vez, a pesar de los pactos firmados en Oslo, Israel siguió construyendo asentamientos.

Cuando un fundamentalista judío asesinó a Rabin, el golpe al proceso de paz fue definitivo. Hamas bombardeó Israel, se detuvo la entrega de territorios a Palestina y los grupos de Arafat se hicieron fuertes defendiendo los territorios que ya habían sido cedidos (Cisjordania y Gaza). Se volvió a las épocas de represión.

Se fueron sucediendo diversos Primeros Ministros en Israel, lo que facilitó el desgaste por ambas partes y no permitió que los Acuerdos de Oslo llegaran a cumplirse. El proceso de paz había fallado. En 2001, Arafat fue encerrado por los israelíes en Ramallah y condenado a un confinamiento forzoso por alentar ataques palestinos. En 2004 fue trasladado a Francia, donde murió en circunstancias extrañas.

En 2011, Palestina fue reconocida como miembro de pleno derecho por la UNESCO. En 2012, la Asamblea General de la ONU reconoció a Palestina como estado. En 2013 adoptó oficialmente el nombre de Estado de Palestina. Un proceso que no ha terminado y en el que la figura de Arafat, alabada y criticada a partes iguales, ha sido determinante.

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