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¿El invento del siglo XXI?

Sustitutos sostenibles para productos que degradan el medio ambiente

  • 21/06/2019
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Biomateriales para el medio ambiente

Silvia Casas y Erin Woodell, alumnas de la asignatura Gestión de la Sostenibilidad del Grado en Negocios y Marketing Internacionales, nos cuentan cómo un nuevo bioplástico puede ayudar a reducir la dependencia del petróleo.

Marshall Medoff, CEO de Xyleco, pretende ser el “Mesías” que ha salvado el mundo con sus inventos bioquímicos pero, es en realidad lo que necesitamos? ¿Cómo transformar la vida vegetal no comestible en combustibles de transporte respetuosos con el medio ambiente de manera limpia y rentable? Este es el proyecto que Marshall Medoff nos dio a conocer el año pasado a través del programa de televisión “60 minutes” de CBS. Medoff, un economista americano apasionado por el medio ambiente y su compañía, Xyleco, pretenden salvar al mundo de las crisis ambientales a las que éste se enfrenta, mediante sus versiones de plástico y combustibles hechos de etanol celulósico.

“Hay mucha energía en la vida vegetal” – dice Medoff. El material primordial son las moléculas de glucosa que, una vez que se accede a ellas, pueden convertirse en combustible para el transporte. La palabra clave es «acceso». Este azúcar es casi imposible de extraer de forma barata y limpia, ya que se encuentra inmovilizado firmemente dentro de un polímero de la glucosa, la celulosa, la parte principal de las paredes celulares de una planta. Lo más llamativo de todo es que la celulosa es el material biológico más abundante en la tierra e inválido para la alimentación humana, ya que no disponemos de las enzimas necesarias.

Masterman, un químico del equipo de Medoff, inventó la manera de descomponer o separar los azúcares que se encuentran dentro de las plantas mediante una máquina llamada “acelerador de electrones”. De manera general, este instrumento sirve para acelerar a gran velocidad partículas cargadas, utilizando campos electromagnéticos, con el fin de que éstas choquen con otras partículas y, del choque, se generen de nuevas. El invento de Medoff usa el acelerador de manera opuesta, en vez de crear nuevas partículas, separa la biomasa para acceder a las moléculas de glucosa.

El proceso de aceleración de electrones que separa las moléculas de glucosa de la celulosa es una alternativa barata e ingeniosa para extraer energía de otros recursos. Este nuevo uso inventivo de los aceleradores llamó la atención de los inversores, que vieron una potencial mina de oro en la tecnología. Con los fondos de los inversores, Medoff abrió un centro de pruebas o laboratorio de 45 millones de dólares en Wakefield, Massachusetts. Además, tal y como apunta Medoff durante su entrevista con CBS, los inversores dieron a Xyleco cientos de millones de dólares para poder construir una planta de producción comercial en Moses Lake (Washington) para convertir su invención en realidad. La línea de producción de estas instalaciones se encuentra ya en pleno funcionamiento.

La mayoría de los plásticos están hechos a partir de petróleo. Medoff hace plástico a partir de plantas. El plástico biodegradable que ha inventado se puede programar con un ciclo de vida determinado entre once semanas y unos años, sin el apoyo de ningún proceso especial de compostable industrial, como los bioplásticos ya existentes. En comparación con otros tipos de bioetanol y bio-plástico, hechos de biomasa procedente del maíz o las patatas, éste está hecho de celulosa vegetal no apta para el consumo. Así, se ahorra una cantidad de dinero importante al no sacarlos del mercado de alimentación.

Medoff: «No hay que luchar contra la naturaleza, hay que entenderla»

Según un estudio realizado de manera independiente y aportado por CBS, el etanol de Medoff es un 77% mejor que el etanol normal de maíz en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. La huella de carbono que utiliza este tipo de etanol es pequeña comparada con la que genera la gasolina tradicional. Así pues, Medoff ha hecho posible que, gracias a la extracción de los azúcares de las plantas, pueda haber biocombustibles respetuosos con el medio ambiente, como el etanol celulósico, apto tanto para coches como para aviones, que pueden competir directamente con la gasolina.
Xyleco supone haber encontrado “la píldora mágica” que salvará al mundo tanto de los “mares de plástico” como del creciente calentamiento global.

Las afirmaciones de Medoff sobre sus invenciones son grandilocuentes y no han pasado desapercibidas, especialmente después de la emisión del documental en la CBS. Varias voces han mostrado públicamente su escepticismo frente a la supuesta revolución, como Lux research, y alertan de que quizás podría haver gato encerrado.

Silvia casas y Erin Woodell

Sílvia Casas y Erin Woodell, autoras del artículo y alumnas del grado de negocios y marketing internacionales en ESCI-UPF.

Actualmente, estamos cerca de 1 ºC de aumento respecto a la era preindustrial y, según señala un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, si no se limita el aumento de la temperatura a 1,5 grados, los efectos del calentamiento global serán irreversibles. ¿Como podría conseguirse un desarrollo sostenible?, ¿De dónde se consigue la energía para el funcionamiento de las fábricas?, ¿No sería mejor cambiar el sistema actual en vez de seguir empeñandose en reemplazarlo con productos nuevos? Un cambio de mentalidad del conjunto de la sociedad y tomar acciones consecuentes para frenar el cambio climático es necesario, si realmente se quiere progresar.

Medoff insiste en que no hay que luchar contra de la naturaleza. Al contrario, hay que entenderla y trabajar con ella, ya que no se trata de inventar nuevas soluciones para hacer frente a las amenazas a las que el cambio climático expone a la sociedad, sino de cambiar la manera de hacer las cosas. Si se cambiaran los hábitos de consumismo malgastador por campañas de concienciación de residuos, reciclaje, productos sostenibles, … el uso y normalización del consumo de materiales reutilizables aumentaría.

Esta “píldora mágica” de Medoff sin podría ayudar al planeta de ser cierta pero, si actúa sola, de poco servirá. Un cambio en la conceptualización de la crisis climática por parte de la sociedad es totalmente necesario. Sabemos que tal cambio en los hábitos de consumo de la sociedad no se consigue de un día para otro, ya que se requiere de un nivel de coordinación gigante, pero la introducción de nuevos materiales biodegradables y compostables, como plásticos y etanol hechos de celulosa vegetal no comestible como, quizás, los de Xyleco, puede significar un pequeño gran cambio para la sociedad y el mundo donde vivimos.

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