Son muchos los que ven el veganismo como una moda. Ahora ser vegano es ‘cool’. Cada vez más encontramos restaurantes veganos, la oferta de ‘veggie food’ en los supermercados va en aumento e incluso en McDonald’s puedes pedir una hamburguesa vegetariana.
Para muchos el veganismo es eso, solo una moda. Pero en realidad va más allá. “El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica, se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima al uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales”, tal como lo definió Donald Watson, fundador de la Vegan Society e inventor de la palabra ‘vegano’. Esta filosofía implica, por tanto, rechazar tanto alimentos como artículos de consumo de origen animal, como la miel, la lana o las pieles. Asimismo, por el origen de sus componentes, también se evitan gran parte de los cosméticos y productos de limpieza que utilizamos.
Impactos en el entorno
El documental Forks Over Knives, un trabajo de Lee Fulkerson de 2011 sobre la dieta vegetariana, proporciona diversos argumentos para sustituir el consumo de productos de origen animal por otros de origen vegetal con el objetivo de conseguir un mundo más sostenible y justo, a través del testimonio de diversos investigadores:
Se requiere 10 veces más cantidad de energía de combustibles fósiles para producir una caloría de alimentos de origen animal que para producir 1 caloría de origen vegetal.
Desde los años 70, se ha destruido el 20% de la selva amazónica y el 80% de esta área despejada ahora la ocupa el ganado.
Los cereales que consume el ganado mundial alimentarían a 8.700 millones de personas.
Con casi 1.000 millones de personas desnutridas en todo el mundo, usando sólo una porción de los cereales con los que se engorda al ganado, se podría alimentar a todas aquellas personas que pasan hambre.
En esta misma línea, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) afirma en su informe anual de 2016 que la agricultura y ganadería generan un 20% de las emisiones de efecto invernadero y solo la industria energética tiene una responsabilidad mayor (47%) en el incremento de la temperatura del planeta por la producción de este tipo de gases.
¿Consumir productos de origen animal es responsable?
Existen otras alternativas, solo hace falta estar bien informados del origen de los productos que consumimos. Por ejemplo, consumir productos procedentes de ganadería sostenible sería una buena opción. Las cifras del informe de la FAO estiman que la adopción de prácticas sostenibles en ganadería podría reducir hasta un 41% sus emisiones de metano.
En conclusión, lo que hace falta en la sociedad es una plena concienciación del poder que tenemos cada uno de nosotros como consumidores para contribuir a mejorar el planeta y reducir nuestro impacto medioambiental. Adoptando un enfoque más amplio, la decisión de ser vegano puede ser beneficioso a todos los niveles, subrayando el mayor cuidado hacia el medio ambiente cuyo resultado aflorará en las generaciones futuras.
Esta semana, ESCI-UPF ha recibido la visita del International Terra Institute, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para promover la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
Sergi Arfelis Espinosa, researcher at the UNESCO Chair in Life Cycle and Climate Change of ESCI-UPF, attended COP27. In this second article, he shares his thoughts about the results and decisions made in Sharm El Sheikh.
Sergi Arfelis, the researcher at the UNESCO Chair in Life Cycle and Climate Change of ESCI-UPF, was in Egypt from the 10th to the 18th of November as a COP27 observer. In this article, he warns about solving global warming as a zero-sum game, with one eye on the common good and the other on one's good.
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