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Desarrollo sostenible

Consejos para un verano sostenible

Los investigadores de LCA4Climate nos invitan a pasar unas vacaciones más sostenibles.

  • 30/07/2019
  • 2 mins reading time
Consejos para un verano sostenible
Foto: Shutterstock

Justo a tiempo para las vacaciones, los investigadores de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF comparten sus consejos para un verano más sostenible. Puede que ya sigas algunos y otros requerirán que cambies o adoptes nuevos hábitos: ¡Tus acciones pueden tener un gran impacto!

En 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos y todas, como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible (Agenda 2030). Los gobiernos tienen que hacer su parte, pero el sector privado, la sociedad civil y cualquier persona puede contribuir a acelerar el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también durante las vacaciones de verano. Pero, ¿cómo podemos ser más conscientes de nuestras acciones para ser más sostenibles? LCA4Climate comparte sus recomendaciones para lograrlo.

“El verano es una época para relajarse y explorar horizontes más amplios, salir de la zona de confort”, dice Martí Badal, responsable de comunicación de LCA4Climate. Así, recomienda abrir los ojos a nuestro entorno y darnos cuenta de que, allí donde miremos, hay iniciativas para reducir el impacto ambiental de nuestro día a día: desde el mercado hasta los anuncios de TV. “¿Qué te parecería aprovechar este tiempo libre, estas largas sobremesas o los paseos de la tarde, para valorar si tal vez esto más que una moda?”, anima Martí.

Por su parte, el investigador Jaume Albertí recomienda una lectura para el verano, de aquellas que invitan a la reflexión: “No One Is Too Small to Make a Difference”, de Greta Thunberg. Se trata de los discursos revolucionarios e innovadores de la joven activista, que se ha convertido en la voz de una generación, que pretenden hacernos “despertar” y luchar para proteger el planeta.

Según la Agencia Ambiental Europea viajar en avión emite 20 veces más CO2 que hacerlo en tren.

Minimizando nuestros impactos

Si planeamos un viaje podemos buscar una solución basada en transporte público, pero saber si nuestra forma de viajar es o no sostenible puede ser complicado, a menos que tengamos conocimientos previos sobre sostenibilidad y/o medioambiente, según advierte el doctorando Gonzalo Blanca-Alcubilla. “Algunas compañías aéreas incluyen las emisiones de CO2 relativas al vuelo que vas a realizar, pero es difícil ponerlas en contexto”, dice Gonzalo. Y nos da una cifra: según la Agencia Ambiental Europea viajar en avión emite 20 veces más CO2 que hacerlo en tren. Por eso, siempre que sea posible, es recomendable limitar el uso de avión y sustituirlo por transporte ferroviario. Algunos países europeos como Holanda ya han propuesto prohibir los vuelos cortos y utilizar los trenes, por ejemplo, para desplazarse entre Amsterdam y Bruselas.

A la hora de decidir dónde nos alojaremos, Gonzalo nos cuenta que existen webs con listados de alojamientos sostenibles, pero los buscadores convencionales aún no te permiten filtrar resultados con ese criterio. En todo caso, debemos optar por alojamientos que garanticen un tratamiento adecuado de la energía y los residuos. Por ejemplo, que utilicen fuentes de energía renovable, como los paneles fotovoltaicos, o que no tengan campos de golf en zonas áridas. Una vez allí, podemos indicar que no laven las toallas de hotel cada día y utilizar ventiladores de techo en lugar de aire acondicionado, si tenemos esta opción.

Si salimos al aire libre, debemos evitar realizar actividades que impacten el entorno natural y recoger siempre los residuos: tanto aquellos que generemos como los que encontremos a nuestro paso, para evitar que permanezcan en el medio natural. También podemos organizar una acción para recoger plásticos y otros residuos en zonas costeras, especialmente explotadas durante verano.

Finalmente, antes de adquirir un producto o servicio concreto, “pregúntate primero si realmente lo necesitas y, si la respuesta es afirmativa, plantéate si existe una alternativa con etiqueta ecológica”, dice Jaume. “Busca las ecoetiquetas de organismos oficiales como la Ecolabel y la Hoja Verde de la UE. También existen otras ecoetiquetas como el certificado AENOR de huella de carbono”, apunta Gonzalo. “Y, para conseguir que tu compra tenga un impacto social o económico local positivo, escoge también aquellas opciones producidas localmente”, añade el doctorando Ilija Sazdovski.

¿Cuáles son vuestras recomendaciones? Dejadlas en los comentarios, os leemos.

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